Por: Miguel Cereceda |

¿Cómo hacer frente a la contemporaneidad? ¿Cómo enfrentarse con lo contemporáneo en el pensamiento, en el arte o en la política, cuando el propio concepto de lo contemporáneo se nos presenta tan contradictorio, tan evanescente, tan fluido? Si contemporáneo es estrictamente lo que está sucediendo ahora mismo, entonces lo contemporáneo no existe propiamente en parte alguna. Ese “ahora mismo” es pura fugacidad. De hecho, nada es tan fugaz como lo contemporáneo. Nada pasa tanto de moda como lo que está de moda.

Pedro Medina es doctor en Ciencias de la Cultura por la Escuela Internacional de Altos Estudios de Módena y Licenciado en Filosofía por la Universidad de Murcia. Desde hace muchos años es profesor y colaborador en el Istituto Europeo del Design, tanto en Madrid como en Turín. Su libro Islarios de contemporaneidad es un intento intelectualmente apasionante de hacer frente a la pregunta qué significa ser contemporáneo. Para ello el autor se sirve, como modelo crítico, especialmente de la historia del arte contemporáneo.

Como la historia en general, la historia del arte ha venido siendo relatada según el ideal monárquico. Dinastías de reyes que transmiten el cetro y la corona a sus hijos varones, bajo cuyo reinado se producen determinados acontecimientos, y que entran en guerra con unos u otros países. Del mismo modo, la historia del arte ha sido también relatada como la historia de los grandes artistas varones (pintores, escultores y arquitectos) que transmitían el cetro de la creación a sus discípulos. Todavía el gran arte del s. XX era relatado de este modo (Cézanne, Picasso, Pollock, Andy Warhol, etc.). El carácter patriarcal (o directamente machista), etnocéntrico (o directamente racista), teleológico, lineal y progresivo de este modelo ha sido denunciado en reiteradas ocasiones. Y por tanto, poner en cuestión este tipo de relato no solo consiste en mostrar sus contradicciones y en denunciar sus múltiples carencias, sino que también exige pensar un modelo alternativo. Y este es el ambicioso reto intelectual abordado por Pedro Medina en este libro.

El autor piensa la Modernidad como inauguración de la espacialidad. La globalización solo se hizo posible gracias a la cartografía. Como quiere Peter Sloterdijk, el viaje de Magallanes alrededor del globo es el principio de la globalización contemporánea.

Pero la Modernidad también penetra a través de la introducción de la perspectiva lineal en la pintura. “En la época moderna -escribe- la realidad deviene copia del mapa”. Por eso se atreve a trazar otras cartografías, para tratar de pensar con ellas otras realidades.

El libro propone la sustitución del relato lineal, característico de la Modernidad, por una estructura cartográfica en la que, a modo de islas, se describen diferentes órdenes de problemas. Internet, la red de redes, con su estructura reticular nos propone un modelo posible de pensamiento contemporáneo. Con su accesibilidad global, en la que se produce una sincronía absoluta 24/7 y una perfecta ubicuidad en tiempo real, la web genera lo que Pedro Medina denomina la espacialización del tiempo.

De este modo, Islarios de contemporaneidad se presenta como una cartografía alternativa que nos propone una nueva orientación espacial frente a la cronología temporal. Para ello el autor despliega en primer lugar una apasionante historia de la cartografía y de los modos históricos de representarse el mundo. Desde los Islarios de Benedetto Bordone (Venecia, 1534), hasta el Arte de navegar (1545) de un sorprendente precursor de este moderno cartógrafo, llamado también Pedro de Medina (Sevilla, 1493-1567).

Pero las islas que nuestro autor dibuja son en realidad horizontes de problemas con los que se enfrenta la cultura contemporánea. Se exploran así otros modelos alternativos de relato, y especialmente de los relatos o los contrarrelatos de la historia del arte contemporáneo, como el proyecto Desacuerdos, capitaneado por Jesús Carrillo, o como el intento de reexaminar el presente desplegado por Nicolas Bourriaud, con el nombre de Altermodern (Tate Britain 2009). Pero se exploran igualmente los modelos epistemológicos surgidos a partir de las nuevas tecnologías digitales, incluidos el criptoarte y las NFT’s.

Sin embargo, de esta cartografía no están exentas la imaginación ni el relato ni el sentido del humor. De hecho, el libro parece escrito más bien como una especie de guía de viajes, en la que la bibliografía se recomienda como lugares de interés para la visita del turista. Además, el libro tampoco quiere ser leído en el sentido tradicional, desde el principio hasta el final, sino que el lector -al igual que en la Rayuela de Cortázar- es invitado también a componer su propia ruta.

Siguiendo así un modelo cartográfico que se aproxima a las Esferas de Peter Sloterdijk o incluso a las derivas psicogeográficas de los situacionistas, o al concepto de deriva desarrollado por Lyotard, los Islarios de Contemporaneidad del profesor Pedro Medina despliegan un modelo de algún modo semejante al desarrollado en la nueva reordenación de la colección permanente del Museo Reina Sofía de Madrid.

En efecto. Si ya no se trata de establecer un relato lineal, etnocéntrico y heteropatriarcal de la historia del arte español contemporáneo, centrado en los grandes nombres masculinos (Picasso, Miró, Dalí, etc.), sino que se trata de pensar la contemporaneidad como una serie de situaciones, de encuentros o de problemas, el modelo narrativo tiene que ser completamente diferente. Por eso la exposición Vasos comunicantes del Reina Sofía se presenta más bien en “episodios”, como los de una serie de televisión, pero, rompiendo la arbitraria división entre disciplinas artísticas y buscando la estricta paridad entre hombres y mujeres, se centra más bien en los grandes problemas a través de los que es posible relatar dicha historia. Por eso se le dedica un capítulo al arte de posguerra, bajo el franquismo, otro especial a los artistas del exilio, otro a las luchas feministas del ocho de marzo y otro más a la ruptura emocional que supuso el 15M. En definitiva, episodios o islarios de contemporaneidad, como los dibujados por Pedro Medina.

Pedro Medina, Islarios de contemporaneidad. Anomia digital y crítica de perspectivas múltiples, CENDEAC, Murcia, 2021.

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