Inicio » Exposiciones » MUSAC: Y.Z. Kami
La exposición Y.Z. Kami: De forma silenciosa / In a Silent Way presenta un resumen de la carrera del pintor iraní-estadounidense Y.Z. Kami (Teherán, Irán, 1956), que incluye más de treinta años de sus extraordinarios retratos de personas, sus imágenes de edificios, tanto sagrados como domésticos, una instalación escultórica y obras recientes de abstracciones oníricas. En una época en la que el mundo se enfrenta a una crisis sin precedentes del cuerpo como elemento mortal, las obras de Kami contemplan los cuerpos con una calma etérea, reflejando un sentimiento filosófico de meditación sobre el ser interior y exterior.
Los retratos de Kami son de personas corrientes, que miran hacia de frente con determinación, pero su magnífica solemnidad les confiere una cualidad de monumento conmemorativo, poderoso y, a menudo, místico. En su obra Sin título (18 retratos) [Untitled (18 Portraits)] (1994-1995), por ejemplo, el grupo de rostros pensativos, que parecen mirarnos directamente a los ojos, evoca los retratos de las tumbas de El Fayum pintados hace aproximadamente dos milenos en el Egipto romano. Sus colores aquí, como en toda su obra, son apagados, retirados, y las figuras están aisladas en un espacio etéreo. Mientras el estilo pictórico de Kami ha evolucionado hacia cuadros de gran tamaño, las imágenes se han vuelto ligeramente difuminadas, barnizadas con una luz a través de la cual parecen menos sometidas a la gravedad, a pesar de su escala, y ofrecen un extraordinario sentido de calma y silencio, casi como si estuvieran buscando despojarse del cuerpo y de toda sensación de tiempo.
Esa sensación de tensión entre lo terrenal y la trascendencia en la obra de Kami también se aprecia en los cuadros de estructuras arquitectónicas, que a veces combinan retratos pintados con fotografías de edificios; unos edificios de ladrillo y piedra que se muestran cargados de tiempo y recuerdos. Así ocurre, por ejemplo, con Tierra seca [Dry Land] (1999-2004), una composición de veintidós retratos de pequeña escala, dispuestos entre fotografías de edificios de Detroit a finales del siglo XX, cuando la ciudad se encontraba en un estado de devastación tras años de agitación y pobreza. La fotografía combina rostros y fachadas, ofreciendo en ambos casos un sentimiento de estar frente a superficies desgastadas por el paso del tiempo. Otra obra, Konya (2007), muestra detalles del mausoleo del gran poeta persa del siglo XIII Jalal al-Din Rumi, mientras agrega, en sentido ascendente, una serie de fotografías que culminan en el pináculo, junto al cual se sitúa un retrato al óleo de la difunta erudita Mahin Tajadod, estudiosa de la figura de Rumi, mujer de letras y buena amiga y mentora del propio Kami. Su figura aparece así en ascendente conmemoración, elevándose hacia el cielo.
Junto a estas obras de carácter arquitectónico, se incluye una pieza escultórica única, Rumi, el libro de Shams e Tabrizi (En memoria de Mahin Tajadod) [Rumi, The Book of Shams E Tabrizi (In Memory of Mahin Tajadod)] (2005), en la que se disponen, de forma radial, diversos versos de Rumi en los que rinde homenaje a su profesor Shams, y a sus enseñanzas sobre el amor y la devoción. Esta forma circular es retomada por Kami es sus pinturas de cúpula blancas y negras, así como en la serie de obras sobre papel Rezos infinitos [Endless Prayers]. Ambos ejemplos reflejan la arquitectura sagrada de las cúpulas de las mezquitas y templos que, generalmente, representan el cielo, a la vez que invocan el movimiento extático de los derviches giradores sufíes, presente también en la poesía de Rumi.
En los últimos años, un repentino cambio de dirección en el trabajo de Kami ha llevado su obra hacia lo que el propio artista llama Pinturas nocturnas [Night Paintings]. Estas obras abundan en el deseo de abandonar el cuerpo, pero este deseo ahora es plenamente materializado, al mostrarnos formas diáfanas y abstractas que flotan en un espacio sin límites, iluminado por la noche, como en un sueño más allá del tiempo, donde las figuras han desaparecido por completo. Pero otras dos obras situadas al final de la exposición materializan una vuelta al cuerpo y al tiempo, una vuelta a la historia, si bien sugieren también cierto estado de éxtasis y de ausencia. El gran cisne [The Great Swan](2018) conserva la paleta onírica de las Pinturas nocturnas, con ese desenfoque que ya nos es familiar y que evoca la condición inestable de mundo material. Las figuras centrales solo son visibles a medias, nuevamente como si de un sueño se tratase. La imagen representada aquí es la del místico indio e hindú Sri Ramakrishna en 1879, una invocación a la trascendencia, a elevarse para salir de uno mismo. Esta penúltima imagen deriva en la última y más reciente obra incluida en la exposición: titulada simplemente Mensajero [Messenger](2021), se trata de un cuadro de pequeño formato en el cual, por primera vez en los más de treinta años de trabajo del artista, solo vemos a la persona por detrás, sin que esta fije la mirada en nosotros. Esta figura misteriosa, espectral, caminando con un bastón en la mano, viaja hacia un paisaje desconocido
Exposición realizada con el apoyo de Gagosian
Comisariado: Steven Henry Madoff
Coordinación: Carlos Ordás
LUGAR: MUSAC. León
FECHAS: hasta el 22 de enero de 2023
WEB: https://musac.es