Inicio » Actualidad » Jorge Fin en La Casa Amarilla
Jorge Fin cita en el título de esta exposición que presenta en La Casa Amarilla, y en sus obras, a María Zambrano. Con la pensadora, el pintor desea ser partícipe de la revelación que procura la luz de lo opaco, como acierta a ver Massimo Cacciari, para quien esa luminosidad particular es solo de la sombra; una luz, por tanto, que nunca llega a des-velar el lugar de la sombra, que es el claro. «Y lo que apenas entrevisto o presentido va a esconderse sin que se sepa dónde, ni si alguna vez volverá; ese surco apenas abierto en el aire, ese temblor de algunas hojas…» (Claros del bosque).
Dice un proverbio persa que quien construye un jardín se convierte en un aliado de la luz, pues ningún jardín ha surgido jamás de las tinieblas. Jorge Fin vive y pinta en la huerta de Murcia. En el último piso de la casa familiar se sitúa el estudio del pintor desde donde otea el horizonte de un paisaje que da continuidad a su huerto-jardín. Un lugar pensado para la contemplación y el disfrute de los sentidos. El estudio, perfumado con el olor de las naranjas y de la hierba, se contagia de los infinitos matices del color verde de árboles, plantas y hojas, y de la memoria ancestral, originaria, de la tierra y de las nubes, cuyo misterio el pintor busca representar en sus obras con “colores atmosféricos reveladores de una región intermedia entre cielo y tierra”; escribimos al dictado de María Zambrano.
En el fondo sigo pintando el mismo cuadro, confiesa Jorge Fin. Un cuadro siempre está haciéndose, supo María Zambrano. No podría ser de otro modo, cuando el propósito que anima su pintura es detener la mirada para forzar la visión, desentrañar “lo invisible que pasa solo rozando”, le dice la voz de María Zambrano que le acompaña durante el tiempo de descanso a la sombra de la maleza y entre las enredaderas que rodean el huerto mientras riega los naranjos, o cuando se tumba en la hierba para contemplar el cielo, lo más parecido a un vergel, y sentir pasar las nubes, en continua transformación según las condiciones de la Tierra. En su diario de anotaciones sobre las nubes, Goethe observó: “Y, lo que teméis es, con segura conciencia, / que cuando arriba amenaza, abajo tiembla”.
Hasta: 18 junio de 2022