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MNCARS: Jardín de las mixturas. Tentativas de hacer lugar, 1995

< Jardín de las mixturas. Tentativas de hacer lugar, 1995 -… > es una exposición dedicada al trabajo de Alejandra Riera que ensaya modos poéticos de hacer lugar a partir de una imagen recurrente en su práctica: un cuadro colectivo, en esta ocasión en forma de jardín en movimiento.

Desde el inicio, el acercamiento plástico al color y a las escrituras vegetales halla un modo de acompañar su temporalidad lenta y el hacer compartido. Así, a la iniciativa de Alejandra Riera y desde el 2017, él lugar de respiración de la exposición —y el que vivirá más allá de ella—, se sitúa en dos de los siete parterres del jardín del museo que se encontraban fragilizados y con suelos empobrecidos con la idea de obrar a su transformación colectivamente. El encuentro con la tierra y con los seres que la habitan acontece en el curso del aprendizaje acerca del lugar, de su historia y geografía. Poco a poco se vivifican los suelos, al tiempo que las personas que cuidan el jardín y/o hacen uso de este espacio público se juntan y lo reafirman como lugar de encuentro y pulmón verde. El colectivo nacido de esta experiencia, también llamado Jardín de las mixturas, es reflejo de este hacer y pensar en comunidad que aprende al mismo tiempo que hace obra común.

En esta exposición más que una retrospectiva se ha intentado experimentar el “cómo” actualizar poéticamente a través de una vivencia singular y compartida, gestos y cuestionamientos que emergen de los archivos de los “lugares de ensayos” (lieuxdetudes) iniciados por Alejandra Riera desde hace casi tres décadas y que aquí se despliegan.

Los lugares de ensayos son como lugares refugio, imaginarios y reales, son tentativas de  comprender y relacionarse con la vida, la historia y su complexidad. Adoptan formas que van desde las maquetas, los entretejidos de textos e imágenes hasta los films-documentos, gestos y maneras de practicar un “cinema-experiencia”.

Iniciadas “hasta la fecha de”, reanudadas con pausas y a veces abandonadas, sus tentativas han ido haciendo lugar a la expresión de mundos, voces, cuestionamientos, sueños y saberes múltiples, en ocasiones raramente escuchados. Tentativas que Alejandra Riera ha ido tejiendo en el tiempo para pensar, acompañar y espaciar experiencias de vida compartida en sus obras y en las de artistas cómplices.

Fruto de una dedicación artesanal y de un compromiso a largo plazo, los lugares de ensayos construyen y sostienen parajes afectivos y sensibles, espacios de interrogación y respiración colectiva. Son obras en curso que emergen en el lugar mismo en que se decide desertar de un estado de cosas para dar cabida a “transformaciones amables” en palabras de la poeta Tamara Díaz Bringas.

¿Cómo desplegar de forma concreta los modos poéticos practicados en otras tentativas? ¿Cómo demorarse en sus tiempos largos y atender a la densidad de su tejido? ¿Cómo hacerlo creando lugares que den cabida a los tránsitos de cualquiera que se acerque?

< Jardín de las mixturas. Tentativas de hacer lugar, 1995 -… > no se concibe como un espacio y tiempos cerrados (la sala de exposiciones y su temporalidad programada), sino más bien como un conjunto de lugares singulares vinculados por una trama narrativa abierta que puede ser abordada como un anagrama, en el que “nada es primero, nada es ultimo”. Sin entrada ni salida fija, solo existen como guías sugeridas del recorrido para relacionarse con los distintos fragmentos y obras que constituyen la densidad y las mixturas de este jardín, cuatro pasajes que Riera propone apoyándose en preguntas comunes al vocabulario propio de los lugares-de-ensayos que ponen el acento en lo sensible concreto y las formas de hacer:

Poética(s) de lo inacabado; Observaciones sobre los colores: el lugar de lo interrogativo y la duda; Pintura(s) de lo colectivo: útiles y poesía de lo conjunto; Vegetales: presencias y pensamientos en movimiento.

Así, pueden ser recorridas sin orden de linealidad:

– El corredor y las salas de bóvedas en donde se ha retomado lo iniciado en 2013 con el proyecto “poética(s) de lo inacabado”, en el que se practicó un hueco en uno de los muros que encubría una trampilla y que permite desde entonces, el paso de aire y luz del exterior hasta el subsuelo del antiguo hospital del edificio, entre otras tentativas presentes.

– La planta baja, en donde ese gesto de apertura se traslada al jardín del antiguo hospital en donde desde 2017, el colectivo Jardín de las mixturas, abierto e integrado por personas del Museo y de otros lugares, ensaya formas de atender a la convivencia de las presencias humanas-y-no humanas que allí tienen lugar: ¿cómo se relacionan?, ¿cómo hacer sitio a conjuntos que deshacen el imaginario de separación convenida entre lo llamado “humano” y lo considerado “no humano”, entre lo que tiene derecho a la palabra y lo considerado sin voz?, ¿cómo se hablan y apoyan?, ¿qué aprendemos de la atención al lugar en el que estamos, cómo se transforma y transformamos?

– Salas de la tercera planta del Edificio Sabatini en donde Los lugares de ensayos se despliegan también junto con otras obras.

LUGAR: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía
FECHAS: del 4 de mayo de 2022 al 5 de septiembre de 2022
WEB: https://www.museoreinasofia.es/

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