La artista exhibe una serie de obras de nueva creación, donde se aprecian las influencias de la estancia que realizó en el Japón en 2019, donde conectó con los Haikus de Matsuo Basho, el poeta caminante, por quien ha sentido siempre una gran afinidad. El resultado son líneas que se van convirtiendo en formas y que nos presentan su cotidianidad, y que nos hablan de cómo se relaciona nuestro cuerpo con el entorno y con los objetos que nos rodean.
Estos trabajos se completarán con una serie de dibujos de mayor formato y en blanco y negro, como son ‘Bocetos para el espacio exterior’, ‘Tiempo’ o ‘El fondo indiferenciado de la consciencia’, en la que aparecen los nombres de pila de 20 mujeres creadoras de finales del siglo XIX y XX.
Eva Lootz nació el 1940 en Viena, donde se formó en bellas artes, musicología, cine y filosofía. El año 1967 se instaló a Madrid, aconteciendo uno de los nombres destacados de la escultura española de la segunda mitad del siglo XX y principios del XXI. Su obra, que incluye instalaciones y escultura, además de fotografía y video, discurre alrededor de dos pulsos: la materia y el lenguaje. A pesar de que empezó a trabajar con materiales como algodón, tierra o semillas, con el tiempo incorporó una reflexión sobre los lugares de extracción y el tratamiento de minerales y materias primas, las rutas de intercambio y los efectos sociales y culturales que provocan, así como la huella que dejan al paisaje y la lengua. Materia, ecología, territorio y género son algunos de los conceptos que han ido centrando su producción. En 1994 fue galardonada con el Premio Nacional de Bellas Artes. Eva Lootz es una de las artistas destacadas de la Colección Suñol Soler, que conserva dos obras suyas de los años 80.
Hasta: 17 de febrero de 2024